‘Mujeres con adicciones, mujeres con derechos’

Grup ATRA, entidad integrante de UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, se ha sumado a las reivindicaciones de la red y ha reclamado la necesidad de poner en marcha políticas públicas y acciones concretas que aseguren el acceso de las mujeres con adicciones al ejercicio de sus derechos de una manera plena.

Así lo han manifestado desde la entidad coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada 8 de marzo, con el objetivo de eliminar toda forma de discriminación hacia las mujeres, promover su empoderamiento y conseguir su participación en la sociedad.

Bajo el lema ‘Mujeres con adicciones, mujeres con derechos’, UNAD, y sus más de 200 entidades, refuerzan su compromiso con la igualdad y la inclusión en un año en el que celebra su 40 aniversario.

En este sentido, ha explicado que las mujeres con adicciones enfrentan barreras adicionales y penalizaciones sociales como el estigma, la culpa y el miedo, que dificultan su acceso a la salud, a tener un empleo o una vivienda digna, perpetuando así su exclusión y vulnerabilidad.

Por ejemplo, en el ámbito laboral, el estigma limita sus oportunidades. La percepción social de su historial de consumo les cierra puertas incluso cuando están capacitadas para desempeñar un trabajo. A esto se suma la carga de responsabilidades familiares no compartidas y el acceso a empleos feminizados que, por lo general, están peor remunerados.

Ligado a esto, estas mujeres no pueden acceder a una vivienda. La falta de ingresos estables impide su acceso al alquiler o compra. Además, en el ámbito de la salud, el miedo al juicio social y la escasez de programas adaptados y con perspectiva de género obstaculizan su recuperación, sumado al rol de cuidadoras que las lleva a descuidar su propio bienestar.

Ante estas situaciones, desde Grup ATRA nos sumamos a UNAD y reclamamos que las mujeres con adicciones puedan ejercer su derecho a la salud con una atención integral adaptada a sus necesidades concretas; el derecho al trabajo promoviendo su inclusión laboral sin discriminación; el derecho a la vivienda, dejando atrás la exclusión residencial; el derecho a recursos de atención a las adicciones adaptados, que dejen de ser mayoritariamente masculinizados y que incorporen la perspectiva de género para que puedan tener una respuesta terapéutica adecuada a su problemática; y, por último, el derecho a la protección frente a la violencia, garantizando su seguridad y bienestar.

En sus 40 años de trayectoria, UNAD, y sus entidades, han trabajado por un modelo de atención basado en la justicia social y los derechos humanos. En este 8M, la organización hace un llamamiento a la sociedad y a las administraciones para que se implementen medidas efectivas que reconozcan y protejan los derechos de estas mujeres, permitiéndoles vivir sin barreras, ni discriminación.