Laia Plaza Hernández abordó la incorporación de la perspectiva LGBTIQ+ (colectivo integrado por lesbianas, gays, transgénero, bisexuales, intersexuales, queer y el resto de identidades y orientaciones incluidas en el +, que indica que el colectivo sigue en constante crecimiento) en los servicios europeos de atención a las drogodependencias, a partir de la presentación de dos estudios recientes, uno coordinado por FSC en 6 países de Europa, “INTERLEAVE”, y otro por la Federación Catalana de Drogodependencias (FCD), en Cataluña.
En su presentación, hizo hincapié en las revictimizaciones y violencias institucionales perpetradas desde los servicios de drogas, como la falta de normativas y protocolos inclusivos; la falta de mecanismos estandarizados de denuncia de las violencias LGTBIQ+fóbicas y la existencia de modelos de intervención exclusivamente centrados en dejar de consumir y no en las motivaciones para hacerlo que pueden ser específicas para el colectivo LGTBIQ+.
También incidió en las actitudes de profesionales que miran hacia otro lado ante violencias LGTBIQ+fóbicas; la falta de información y formación de profesionales sobre determinados temas que afectan al colectivo LGTBIQ+; en investigaciones basadas en muestras heterocentristas y que excluyen a grupos específicos como lesbianas y personas intersexuales y, finalmente, en la falta de programas especializados para el colectivo LGTBIQ+.
En base a lo anterior, se señalaron algunas recomendaciones para identificar y abordar las violencias institucionales. Entre ellas, destacó la importancia de llevar a cabo cambios estructurales que supongan repensar y cuestionar los valores, el organigrama y los modelos de intervención de las organizaciones, desde una mirada interseccional que atienda a todas las singularidades. También, se puso de manifiesto la necesidad de tejer alianzas estratégicas feministas, LGTBIQ+, comprometidas con los derechos humanos a nivel comunitario, local e internacional.
Por su parte, las demás panelistas, representando a organizaciones en cinco países del mundo (EUA, Indonesia, Portugal, México y la República Checa) abordaron los siguientes aspectos:
- La necesidad de llevar a cabo investigaciones más inclusivas que visibilicen a todas las identidades, incluidas las personas trans* y no binarias, así como la necesidad de superar la tendencia a “compartimentar” la atención, lejos de un modelo holístico e interseccional.
- La importancia de adaptar las actividades que ofrecen los servicios para satisfacer las necesidades específicas del colectivo LGBTIQ+.
- La necesidad de apoyar campañas globales, en defensa de los derechos LGTBIQ+ desde los servicios de drogas.
Asimismo, se destacaron las siguientes prioridades geográficas:
- Los factores sociales, políticos y legales diferenciales que dificultan el acceso y permanencia de las personas LGTBIQ+ a los servicios de drogodependencias en América Latina, señalando las retraumatizaciones que sufre el colectivo LGTBIQ+ en esta parte del mundo, en base a políticas de salud excluyentes y la importancia de trabajar desde un enfoque orientado al trauma que considere las violencias experimentadas por las personas LGTBIQ+ a lo largo de la vida.
- La urgente situación de las mujeres cisgénero y trans* que consumen drogas en Indonesia, centrándose en sus necesidades específicas de atención legal, mental y habitacional, destacando la necesidad de facilitar el acceso de estas personas a la atención sanitaria, de incorporar la perspectiva de género en los servicios jurídicos y de despenalizar el uso de drogas, tras denunciar el marco global de guerra contra las drogas.
- Las limitaciones político-legales del contexto de la República Checa en la incorporación de la mirada interseccional en los servicios de atención a las personas LGTBIQ+.
En definitiva, las comunidades LGTBIQ+ se enfrentan a retos que afectan significativamente a su bienestar y que no están siendo abordados adecuadamente desde los servicios de salud convencionales. En palabras de Xóchitl Mejía Mencía (Centro de Desarrollo Humano Tonall y Comisión de Género de la Red Iberoamericana de ONG que Trabajan en Drogas y Adicciones, RIOD, México) que también participó en este encuentro, «negar el acceso de las personas LGTBIQ+ a los servicios de drogodependencias es una violación de los derechos humanos», ante los que la FSC, sin duda, se compromete a seguir trabajando.
Cabe destacar que FSC es pionera en la implementación de la perspectiva de género en el ámbito de las drogas, habiendo desarrollado diferentes programas y servicios en este ámbito desde hace muchos años.