Sant Antoni y su vínculo con “los Granados”

Una antigua imagen de Sant Antoni Abad impresa en un azulejo recuerda –a quien la encuentra- las raíces de la comunidad terapéutica Los Granados. Su esmalte conserva ese brillo nacarado a pesar de que el tiempo va cuarteando la baldosa que decoró la entrada de la vivienda que se alzaba, hace treinta años, en ese mismo espacio. Bien podría decirse que se trata de un vínculo con el entorno y el pasado rural de la zona en la que está ubicado el centro, rodeado de tierras dedicadas al cultivo de la naranja y flanqueado por el trazado de las ermitas que integran el Caminàs, la vía romana en dirección a Tarraco y un enrejado de acequias que aportan vida.

Sant Antoni, que también se retiró a vivir a una comunidad local –en su caso haciendo vida ascética-, está muy arraigado en numerosas localidades de todo el estado. Y cada mes de enero, dentro de las actividades de ocio y tiempo libre programadas en Los Granados también se celebra un acto siguiendo esta tradición popular, en la que tienen un especial protagonismo los animales y mascotas.

A lo largo de la jornada organizada por el equipo, los pacientes explicaron cómo se celebra esta festividad en sus localidades de origen y se hizo un ejercicio práctico para construir mensajes en positivo, a modo de “bendiciones” dirigidas a las mascotas de la comunidad. Dentro de ese mismo taller, se remarcó la importancia de gestionar de forma adecuada el ocio y el tiempo libre y se repasaron las estrategias para prevenir una recaída.

Fuente –> patim.org